En los últimos años numerosas asociaciones han intentando concienciar -aún más si cabe- de la importancia del agua en nuestra sociedad y su disponibilidad limitada en numerosas zonas del planeta. La sociedad como elemento de convivencia del individuo no se entendería sin este valioso recurso, de ahí que hoy queramos profundizar en el cuidado y sobre todo, en la contaminación del agua ¿podemos hacer algo para impedirlo?
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¿Qué es la contaminación del agua?
Se entiende por agua contaminada aquella que a través de diferentes cambios, su composición se ve alterada hasta tal punto que deja de ser útil para el consumo ni para su utilización en actividades esenciales como el riego de los campos.
La contaminación del agua provoca más de 500.000 muertes al año al propagar y transmitir muchas enfermedades en países susdesarrollados donde el consumo del agua se reduce al río cercano, sin tener en cuenta los vertidos y la contaminación que se ejerce sobre ese agua en otros zonas de su cauce. Enfermedades como cólera, disentería, fiebre tifoidea o una simple diarrea puede producir la muerte en estos países cuyas condiciones sanitarias son nulas o escasas.
¿Cuáles son los principales contaminantes del agua?
Los principales y más típicos contaminantes que se encuentran en el agua son producidas por los vertidos del ser humano y la industria y como no, por los desechos fecales. Estos contaminantes son bacterias, virus, parásitos, fertilizantes, pesticidas, fármacos, nitratos, fosfatos, plásticos o los comentados desechos fecales, etc..
El análisis químico que se realiza en diferentes zonas cercanas a la sociedad nos indica qué tipo de sustancia orgánica puede contener este agua. En los países desarrollados, normalmente, existe una regulación estricta y penas sustanciales para aquella persona o industria que contamine el agua con algún tipo de vertido pero ¿qué pasa en países subdesarrollados?
El río Ganges que nace en la cordillera del Himalaya es uno de los ríos más contaminados del mundo. Un río que hasta el contacto con la sociedad sus aguas son cristalinas y limpias. Es entonces cuando otros afluyentes y el paso por diferentes ciudades llevan al río aguas contaminadas. Según la Fundación Sankat Mochan se han encontrado concentraciones de bacterias fecales (E. coli) de hasta 31 millones por cada 100 mililitros. Para contextualizar más la problemática, el Ganges abastece de agua potable a unas ¡400 millones de personas!
Pero no nos dejemos llevar por el tópico de «esto aquí no pasa»; en España más del 40 % de nuestros ríos presentan condiciones contaminantes que llevan denunciando durante años asociaciones como WWF. La UE ya ha sancionado a España varias veces desde 1998 por incumplir las directivas de aguas de baño y depuración de aguas residuales urbanas.
Causas de la contaminación del agua
El agua no es solo un recurso que necesitamos por consumo sino que también proporciona un equilibro climático que con el impacto que genera el ser humano en la naturaleza cada vez es más complicado de conseguir. Al final el agua es vida, y tanto nosotros como plantas y árboles, no podremos sobrevivir sin este bien preciado. Aún así, nuestra contribución como especie a las causas de la contaminación del agua es cada vez mayor.
Repasemos las causas de la contaminación del agua:
- Vertidos directos a los ríos. La producción industrial acumula enormes cantidades de desechos de diferente composición que se vierten al agua. Actualmente hay diferentes compuestos como los microplásticos que plagan nuestros océanos en cantidades desorbitadas. No todas las industrias tratan sus aguas residuales antes de ser vertidas, aunque por ley estén obligadas a tener un sistema de depuración y tratado como por ejemplo con depuradoras de oxidación total o depuradoras de aguas grises.
- Calentamiento global. Muchos científicos llevan avisando que el aumento de las temperaturas que estamos sufriendo en las últimas décadas tiene consecuencias directas en: la pérdida de oxígeno en océanos, desaparición de especies o desplazamiento de otras especies a hábitats que no son los suyos.
- Deforestación. La tala de árboles de forma indiscriminada provoca diferentes efectos negativos. La aparición de sedimentos y bacterias que son arrastradas por el agua y que los árboles en su función equilibradora ayudarían a que éstas no llegaran al agua de los ríos.
- Pesticidas agrícolas. Nuevamente la mano del hombe altera el ecosistema debido a la utilización de pesticidas que se filtran en la tierra y puedan llegar a los ríos mediante aguas subterráneas o causes producidos por las lluvias.
- Derrame o pérdidas de petróleo. No hay que olvidar que tanto en la extracción como en el transporte se producen diferentes tipos de «derrames o pérdida» del petróleo afectando directamente a la zona donde se producen.
- Tráfico marítimo. Ya sean viajes comerciales o de transporte de mercancías se produce una contaminación directa con los desechos arrojados al agua.
Consecuencias del agua contaminada
Durante el artículo ya hemos mencionado diferentes consecuencias directas que conlleva el impacto negativo que tenemos en el medio ambiente, pero es importante destacar este punto. La falta de concienciación nos condena a sufrir las consecuencias.
Enfermedades
El agua potable no llega a todos lados. Mucha población sobre todo de países subdesarrollados beben agua directa de pozos, ríos o manantiales y no siempre en las mejores condiciones de salubridad. Entre las enfermedades que se pueden padecer debido a la contaminación del agua están: diarrea, cólera, hepatitis A, disentería, poliomielitis y fiebre tifoidea, entre otras.
Mortalidad
No solo por su escasez como puede ser que pantanos o ríos se sequen por el cambio climático sino también por las enfermedades comentadas anteriormente. Hay que plantearse que este tipo de consecuencias no solo afecta al ser humano sino a innumerables especies de nuestro ecosistema.
Contaminación de la cadena alimenticia
Como hemos destacado anteriormente hay muchísimas especies que comparten con nosotros este recurso y la contaminación del agua, ya sea ríos, mares u océanos, llegará a nosotros en diferentes momentos de la cadena alimenticia.
Nunca nos cansaremos de recordar que nuestro comportamiento con el planeta dejará huella para nuestros hijos. Aún estamos a tiempo de ser consecuentes y reducir este impacto. Hay formas directas de actuar que ya podemos llevar a cabo: desde el ahorro del agua en nuestros domicilios, evitar comprar productos altamentente contaminantes o la utilización de microplásticos en nuestro día a día. ¿Nos vamos a quedar parados?